Cuando llegamos a la adolescencia y las caritas de algunos de nosotros se pusieron como una paella de Valencia, y nos veíamos horribles y no parábamos de tocarnos la cara, llegaba nuestra madre y nos lo soltaba...Te pasabas el resto del día, pensando que mínimo, por haberte tocado lo que no tenias que tocar, tu cara iba a aumentar en seres desagradables proporcionalmente al tiempo que habías dedicado a ese dichoso grano que tan fea que te hacía.
Y es que al final...te salían más!!!!
Feliz Fin de semana familia!!!!
si te digo que lo mío era peor: mi hermana mayor me decía que por cada trocito de fuet/salchichón/chorizo que comías, cada punto blanco de grasa se convertía en un granazo blanco en tu cara, hasta los 30 no volví a comer estas cosas, ja,ja,ja, por si acaso ;)
ResponderEliminarjajajaja anda que no! Que se te quedan marcas!! Ay dios
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